La Contraloría General de la República ha revelado deficiencias significativas en el proyecto “Creación de los servicios de innovación tecnológica de la cadena productiva de los productos hidrobiológicos en la región Moquegua”, que afectan directamente a los 2,700 pescadores beneficiarios. La institución identificó diversas irregularidades que ponen en riesgo la efectividad del proyecto, el cual está a cargo del Instituto Tecnológico de la Producción (ITP).
Según el Informe de Hito de Control Nro. 6 (048-2024-OCI/0069-SCC), uno de los hallazgos más críticos fue la inoperatividad de un horno ahumador adquirido en 2016 por un monto de S/ 568,154, el cual permanece embalado y sin instalar en el área de Curados del CITE Pesquero. Aunque en febrero de 2024 se aprobó una evaluación técnica favorable para su uso, el equipo sigue sin ser operado, lo que afecta gravemente la cadena de valor de los productos pesqueros en la zona.
Además del horno ahumador, el informe también señala problemas con otros equipos. Un secador de la línea de ensilado presenta deficiencias debido a su fabricación con materiales no aptos, distintos al acero inoxidable, lo que podría comprometer la calidad del servicio. Igualmente, varios equipos de laboratorio esenciales para la esterilización de materiales están inoperativos por falta de mantenimiento, mientras que otros funcionan sin la calibración adecuada.
Otro de los puntos críticos identificados es la ausencia de un protocolo técnico de habilitación sanitaria emitido por Sanipes, así como la falta de una licencia de operación de las plantas del CITE, requisitos que debieron haberse gestionado ante el Ministerio de la Producción. A pesar de que estas deficiencias ya fueron señaladas en informes previos, no se tomaron medidas correctivas, lo que retrasa el inicio de las operaciones del proyecto.
El componente de equipamiento del proyecto, que ha recibido una inversión de S/ 3,778,570 y presenta un avance financiero del 83%, contempla la adquisición de 4,155 bienes, entre ellos equipos para las plantas de congelados, curados, ensilado, laboratorio, así como mobiliario y vehículos. Sin embargo, los riesgos detectados comprometen su funcionamiento adecuado, perjudicando a los pescadores de la provincia de Ilo, quienes esperaban mejorar sus condiciones productivas y competitivas.
